Por Julio Escribano Hernández
Visita al Palacio de Fernán Nuñez

El jueves 18 de enero, a las 11 h., con gran puntualidad nos reunimos un grupo de veinticuatro miembros de la Asociación Amigos de La Adrada para visitar el madrileño Palacio de Fernán Núñez, según se había proyectado desde el mes de septiembre. Nos recibió Mariano, un voluntario designado para mostrarnos las diferentes estancias del edificio.

En el acceso, a la espalda del guía, aparecían seis paneles que ilustraban la historia del palacio bajo estas fechas: 1753; 1769-1941; 1849-1936; 1877; 1936-1939 y 1941. Consta que la remodelación fue llevada a cabo por el VI Conde de Fernán Núñez, don Carlos José Gutiérrez de los Ríos, casado en 1777 con doña María de la Esclavitud Sarmiento de Silva y Cáceres. Se conocieron en El Ferrol, en el Arsenal Militar donde Carlos José se recuperaba de las heridas sufridas en los combates de Argel. 

Palacio de Fernán Nuñez
Fernán NuñezVisita al Palacio de Fernán Nuñez

Aunque se casaron en El Ferrol, sus vidas estuvieron relacionadas con París y Londres por la ocupación diplomática del marido, que escribió la célebre biografía sobre Carlos III, editada posteriormente, en 1898, con un prólogo del también diplomático don Juan Valera. Al leer la vida de Carlos III escrita por el Conde de Fernán Núñez nos dice don Juan Valera  se siente la suave impresión de algo apacible y bondadoso. España, señora aún de inmensos territorios, es respetada y considerada entre las primeras naciones del mundo (…) merced a un monarca a quien no podemos calificar de grande ni de genio, pero sí de bienhechor, de excelente.

Retrata así al rey y a la época como cortesano que no renuncia al respeto y veneración, pero manifestando sus propias ideas con claridad, como lo hace con la controvertida expulsión de los jesuitas: Yo sólo debo decir, en honor de la verdad, que me crié con ellos, por orden y a expensas del Rey y que cuantas máximas me enseñaron se fundan en una y otro, – lo subraya – y en verter por su defensa la última gota de mi sangre, sí quiero vivir y morir con honor y gozar de gloria en este mundo y en el otro sin que jamás les haya oído nada que directa o indirectamente lo contradiga”. Así era don Carlos José, militar en activo como lo demuestra su campaña en Argel, admirador de Goya, amante de la música, embajador de su Majestad en Portugal y Francia y testigo “in situ” de la Revolución Francesa.

Visita al Palacio de Fernán Nuñez

Las estancias palaciegas reflejan, en parte, su personalidad, ambientadas con copias de los cartones para tapices de Goya a quien admiraba; salón de columnas de capitel corinto con el cuadro de Jacob y Raquel cedido por el Museo del Prado; salón de música con grandes espejos, pues don Carlos José compuso alguna pieza y ejercicios prácticos de armonía y contrapunto; alfombras de nudo de la Real Fabrica de Tapices de la época de Isabel II, fechadas en 1861; un cuadro del juego del toro del maestro Bayeu cedido también por el Museo; comedor de niños y comedor de adultos con trinchero y candelabros estilo Luis XV, adquirido posteriormente; lámparas de la Granja de San Ildefonso y de Checoslovaquia; lujosas chimeneas con “salvachispas”, mármol y piedra de pórfido; relojes ingleses con doble cuerda para dar las horas y las medias; escenas de caza y varios motivos florales completan la lujosa decoración.

Resulta curioso que las damas accedieran al salón de baile con su cartilla blanca, negra o azul, según fueran solteras, viudas o casadas y limitaran la concesión a un número de piezas bailables, inferior a cuatro.

El palacio lo construyó Antonio López Aguado, discípulo de Juan de Villanueva, entre 1791 y 1799. Fueron años difíciles los que siguieron a la Revolución Francesa conocida, como se ha dicho anteriormente, por este diplomático español que mandó hacerlo.

El voluntario Mariano lo presentó durante la hora y media de la visita como un edificio singular, romántico, citado por Mesonero Romanos, Gustavo Adolfo Bécquer y otros escritores de los siglos XIX y XX.

Se hicieron fotografías del grupo para recordar la efeméride, se visitó el salón de presidentes de la Compañía de Ferrocarriles (RENFE): Leopoldo Calvo Sotelo, Alfonso Osorio García, Rafael Benjumea Burín, Alfonso Peña Boeuf y Eduardo Alfonso Quintanilla entre otros.

La Fundación de dicha Compañia se ocupa de mantener el edificio en el mejor estado de conservación.

También se pudo contemplar la exposición de antiguas representaciones ferroviarias, donde aparecía el tren de Manresa-Mataró de 1848, pero no encontramos el tren de la fresa Madrid-Aranjuez, donde trabajó de oficinista don Antonio Cánovas.

A continuación el grupo se dirigió al Casino Militar de la Gran Vía para la comida del mediodía.

 

Otras imágenes de la jornada
Los Amigos de La Adrada visitan el Palacio de Fernán Nuñez
Asociación de Amigos de La Adrada en el Palacio de Fernán Nuñez
Los Amigos de La Adrada visitan el Palacio de Fernán NuñezPalacio de Fernán Nuñez

Asociación de Amigos de La Adrada en el Palacio de Fernán Nuñez
Palacio Fernán Nuñez
Los Amigos de La Adrada Palacio de Fernán Nuñez
Palacio de Fernán NuñezLos Amigos de La Adrada visitan el Palacio de Fernán Nuñez
Los Amigos de La Adrada visitan el Palacio de Fernán Nuñez
Los Amigos de La Adrada en el restaurante del Casino Militar de Madrid

 

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