Recorrido por la antigua muralla de Madrid

Crónica: Isabel Jiménez

La programación y explicaciones durante todo el recorrido, se las debemos a nuestro socio y amigo, Julio Escribano. 

Nos reunimos el día 24 a las 11 de la mañana en la calle Bailén, junto a la catedral de la Almudena y comenzamos el paseo por la cuesta de la Vega, hasta llegar a los restos más importantes que se encuentran frente a la cripta. Es la parte mejor conservada de la fortaleza árabe que rodeaba el núcleo urbano de Mayrit.

Construida en el siglo IX en piedra y ladrillo, fue ampliada tras la conquista de la ciudad por Alfonso VI en el siglo XI, englobando todos los arrabales que se habían ido edificando, siguiendo así el Magerit cristiano con el mismo carácter militar. Constaba de diversas puertas como la de la Vega, la de Guadalajara, la de la Sagra y la de Valnadú. Fue declarada Monumento Historico-Artístico en 1954. A lo largo de los siglos se ha ido destruyendo y los restos más relevantes están integrados en diversos edificios e infraestructuras, con un acceso muy restringido, por el carácter privado de los bloques de viviendas donde se localizan, como los situados en la calle Bailén 12.

Continuamos nuestro paseo por la calle de la Villa hasta llegar a la plaza de la Cruz Verde donde en tiempos de Felipe II, se verificaban autillos de la Inquisición.

Llegamos hasta la casa del Pastor, en el número 21 de la calle Segovia, en la que se conserva el escudo más antiguo de Madrid en piedra. Según  una leyenda en esta casa vivió un clérigo llamado José, que dejó dicho en su testamento que la heredaría la primera persona que al amanecer del día siguiente de su muerte entrara a la villa por la puerta de la Vega, y sucedió que el primero que entró fue un pastor con sus ovejas.

Nos encaminamos luego hacia la plaza de la Paja donde se encuentra la Capilla del Obispo, en la que durante un tiempo, estuvo enterrado San Isidro.

Continuamos por la plaza de San Andrés, calle del Humilladero y puerta de Moros hasta la calle del Almendro en la que quedan otros restos. Por el pretil de Santisteban nos acercamos a la iglesia de San Pedro y seguimos por la calle Nuncio y Cuchilleros hasta la plaza de Puerta Cerrada, en la que tenemos la única cruz de piedra de las muchas que existían en la Edad Media.

Fuimos a la plaza de San Miguel y a la calle Mayor, donde se encontraba la puerta de Guadalajara. Luego por la calle de la Escalinata, llegamos a la iglesia de San Nicolás de los Servitas, donde está enterrado Juan de Herrera, terminando nuestro recorrido en la plaza de Ramales.

Un paseo estupendo en el que aprendimos muchas cosas interesantes de nuestro querido Madrid.

A continuación nos dirigimos  al restaurante Dudua, en la cuesta de San Vicente, donde dimos buena cuenta de una apetecible comida, bien merecida.

(Pulsar en la imagen para ampliar) 

La muralla cristiana de Madrid desde su arranque en la muralla mulsulmana, cerca de la puerta  Al-Vega, hasta la puerta de Moros en el dibujo de Anton Van der Wyngaerde de 1562, al año siguiente de ser convertida Madrid en capital del reino por Felipe II.

 

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