Fiesta en Casavieja

El veinticuatro de agosto,
rodeado de albahaca,
Casavieja siempre joven,
a su santo festejaba
sacándolo de la iglesia,
para que vea la plaza
rotulada con su nombre
en fachadas blasonadas
con escudo y con espada,
recuerdo de viejos tiempos
que ennoblecían las casas.

Era el santo protector,
Bartolomé se llamaba,
patrono de curtidores,
aldeanos de montaña
que remojaban sus pieles
en aguas de la garganta.

Piel que al santo le quitaran
y ellos la restauraban,
cual lo hiciera Miguel Ángel
en la capilla romana,
sede de los cardenales
para la elección del papa.

En ella dejó su firma
con su cara dibujada
y el pueblo casavejano
la lleva en la piel del alma
con su vida y en su fiesta.

 

J. Escribano 2025