Paseos matinales
Hacia el camino de las vías
Por José Antonio
Nueve de la mañana, día soleado y 19 grados de temperatura. Como ya es costumbre, varios miembros de la Asociación quedamos en la Plaza del Riñón, para emprender una pequeña caminata matinal. Siguiendo la rutina, comenzamos nuestro tranquilo recorrido por el camino forestal.
Mientras ascendíamos, nuestros ojos se posaron en una huerta que se encontraba a nuestro paso y pedimos permiso para contemplar las plantaciones que allí había. Dos personas que estaban trabajando en ese momento nos recibieron con hospitalidad y nos mostraron con entusiasmo su plantación, dándonos a conocer detalles curiosos sobre algunas de las hortalizas y hierbas que cultivaban, a la vez que nos explicaban algunas cosas muy interesantes sobre ellas. También nos brindaron información valiosa sobre las propiedades de la verdolaga, una planta que despertó nuestro interés y que algunos de nosotros desconocíamos.
Luego, proseguimos nuestro andar, y María José nos fue señalando otras plantas que encontramos a lo largo de la pista forestal, como el torvisco y el majuelo.
Después de recorrer unos pocos kilómetros, llegamos a una parte del camino de la vía del tren, desde donde disfrutamos de una espectacular vista panorámica de La Adrada, con las majestuosas sierras de San Vicente y Gredos, como telón de fondo. Aquí aprovechamos para tomar algunas fotografías como recuerdo.
Terminamos nuestro recorrido de ida, en una parte del sendero donde la humedad es considerable y la exuberante vegetación resplandece con intenso verdor.
Seguidamente regresamos por la misma ruta y, como es menester, concluimos nuestro paseo con un reconfortante desayuno de café con leche y porras, en La Golondrina.