Visita al Oratorio de Caballero de Gracia
Crónica: Conchi Roldán
El sábado 9 de junio, asistimos un grupo de socios a la salida programada en Madrid para visitar el Oratorio del Caballero de Gracia. Hizo una mañana muy bonita en Madrid, una lluvia fina caía, sin molestar, que refrescaba el ambiente y producía esa magia especial de cuando las luces juegan con los reflejos del agua. Hice un par de fotos bajando por la Gran Vía que nunca son fieles a la belleza del momento.
La calle Caballero de Gracia está detrás de la Gran Vía, y es una pena que ahora mismo las dos fachadas de la iglesia están cubiertas por andamios por estar en restauración. Allí nos esperaba nuestra guía Lourdes Moreno -que la enseña de forma altruista- y el resto del grupo.
Nada más pasar a la entrada está la Virgen del Socorro, muy bonita, y entrando al templo me sorprendió, por lo diferente, la planta de basílica romana sostenida por unas imponentes columnas de granito de Guadarrama y la cristalera emplomada del altar mayor. El templo está decorado con cuadros de la escuela de Goya y un Cristo barroco impresionante, que me recordó a mis Cristos andaluces.
La visita es totalmente aconsejable por ver esa obra estupenda de Villanueva.
Luego, después de la visita, el día se fue alargando con comida, café y merienda hasta el atardecer, disfrutando de una gratísima compañía.
Como tuvimos la suerte de contar con una explicación muy detallada por parte de Lourdes Moreno, nuestra guía, socia y amiga, con su permiso comparto a continuación el excelente resumen que nos ha proporcionado:
Participó en la fundación, en Madrid, de dos hospitales: de Convalecientes, en apoyo de Bernardino de Obregón, y de Italianos, junto a otros transalpinos. Ejerció de abogado y, entre otros, defendió de un grave delito a un noble italiano, sobrino del papa Pío V.
Con 70 años se ordenó presbítero. Incansable confesor de almas, se volcó con los necesitados y resistió a los intentos de Felipe II de hacerle obispo o abad.
Oficial de la nunciatura hasta 1593, fue nombrado protonotario apostólico, máximo título honorífico pontificio para sacerdotes seculares. El sacerdocio no le impidió amar la música, la literatura y la pintura. En su casa eran frecuentes las veladas artísticas. Lope de Vega, Tirso de Molina o Tomás Luis de Victoria se contaban entre sus amistades. Y el sacerdocio le impulsó a un mayor trato con gentes deseosas de Dios.
Para ellas fue forjando, desde 1593, su empresa más notable, pionera de otras: la Asociación Eucarística del Caballero de Gracia. Ahí sigue pujante cuatro siglos después, en su sede del Real Oratorio homónimo, sito en la homónima calle madrileña. El convento del Caballero de Gracia subsiste hoy en otro barrio, pese a la usurpación desamortizadora de 1836.
En el año 2017 se dieron en esta iglesia, por parte de los sacerdotes que trabajan en ella, un ciclo de conferencias realizadas por verdaderos profesores de historia de la Época Moderna en Europa y en Madrid. Se hicieron una serie de reuniones con el ayuntamiento y las agencias de turismo de Madrid, incluso con Telemadrid y el programa el Punto sobre la Historia, regalándoles la biografía de Jacobo di Gratii hecha por Alonso Remón, un biógrafo que le conoció personalmente y fue testigo, dando testimonio de este personaje ejemplar.
En este enlace se puede ver una de las más interesantes conferencias sobre el proceso de beatificación.
Bibliografía.: A. Remón, Vida ejemplar y muerte del Caballero de Gracia, Madrid, 1620 (Madrid, Asociación Eucarística del Caballero de Gracia, 2009).