Sesión poética por tierras castellanas

Crónica: Firica Aldea
LA TRENZA

El pasado sábado, 15 de junio de 2024, a las 18 h, hemos tenido el placer de sumergirnos en el universo de la poesía castellano-manchega, de la mano de nuestro socio Julio Escribano Hernández. Doctor en Historia Contemporánea, investigador en la Fundación Universitaria Española, ha dedicado su vida en la divulgación de la cultura, publicando libros de texto, de historia, de investigación, escribiendo poesías y dando conferencias. Desde hace veinticinco años ha pasado sus veranos en nuestra hermosa villa de La Adrada, la mayor parte de ellos siendo socio de nuestra asociación.

Los presentes nos deleitamos con un ramillete de fantásticos poemas con el hilo conductor de las tierras castellanas. La poesía es la belleza de la concreción, como palabra del alma, del silencio, del amor, de la vida y de la muerte. Sobre la palabra de Francisco de Asís, la puesta del sol es como una muerte sin dolor… esas palabras nos llevaron a recordar a nuestro querido socio y fundador de la asociación, que nos ha dejado muy recientemente. La poesía es el juego de la palabra creando emociones…
Se habló de Almagro, la tierra del pan y del vino, refiriéndose a Zamora y parte de Salamanca y Toro; de León Felipe y su efímero paso por La Adrada y haciendo una semblanza sobre su vida en la península. Se mencionó a Gerardo Diego con su poema Castilla y Soneto al ciprés de Silos, a Antonio Machado con uno de sus poemas dedicados a Soria. También escuchamos El Canto a la muralla de Ávila de Rafael Gómez Montero, La semblanza de Talavera y los senderos de Gredos como un río que muere y nace un sendero.
Se ha mencionado a los poetas zamoranos Claudio Rodríguez y Octavio Uña Juárez, promotor de la cultura castellano-manchega, a Lope de Vega que habla de Serrana de La Vera, de la parte de Gredos que se extiende hasta la zona de Cáceres. Se ha hecho hincapié en la generosidad del pueblo castellano con un maravilloso poema cuyo autor se desconoce, mencionado allá por los años 1616 – 1617, El soneto del amor puro.
Terminamos con el poema El Castillo, de su propia autoría: la primera parte escrita en los años 2003-2004 y dedicada a las ruinas del castillo de La Adrada y la segunda parte, escrita años más tarde.
Con disculpas si no hemos mencionado a todos los poetas y poemas citados, ¡nos ha podido la emoción!

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